Por ejemplo, vamos al gimnasio, vigilamos nuestra dieta o nos aseguramos de hidratar nuestra piel tras la ducha. Es decir, mantenemos unas rutinas que nos ayudan a proteger nuestro cuerpo pero no nos acordamos de cuidar la salud de nuestros ojos.
¿Qué es la salud ocular?
La salud ocular es la ausencia de enfermedades de la vista y la estructura de los ojos, e incluye preservar la agudeza visual con el paso del tiempo. Sin embargo, muchos de los hábitos que llevamos pueden acelerar la denegación de la vista e ir deteriorándola.
Para evitar fomentar su cuidado te recomendamos seguir unos sencillos hábitos saludables para integrar en tu rutina y tratar a tus ojos como se merecen.
Revisión anual
La mejor manera de cuidar la salud de tus ojos es acudir a las revisiones del oftalmólogo con regularidad. Aunque solo solemos acudir a estos profesionales cuando sentimos que tenemos un problema. En realidad, todo el mundo (tenga la edad que tenga, y hayan tenido o no problemas con anterioridad) deben ir al oftalmólogo. Para conocer la frecuencia con la que visitarlo, debemos tener en cuenta la edad de la persona.
Lactancia
Durante las primeras semanas de recién nacido, se debe acudir al oftalmólogo para comprobar que la formación del ojo es correcta, sobre todo si ha sido prematuro.
Infancia
Entre los 2 y 5 años es recomendable volver hacer una exploración para confirmar el correcto desarrollo del ojo y donde se podrá diagnosticar algún posible defecto visual.
Adolescencia
A partir de los 12 años, aconsejamos consultar al oftalmólogo una vez cada uno a dos años. No obstante, si se sufre algún inconveniente como cambios en la vista, se deberá acudir inmediatamente.
Edad adulta
A partir de este momento es importante vigilar y controlar la tensión intraocular, la agudeza visual, el polo anterior y posterior, etc. por lo que es recomendable hacer un examen completo antes de los 30 y otro antes de los 40 y hacer visitas cada 2 o 3 años.
A partir de los 65 años:
En esta etapa, los defectos del sistema visual empeoran. Lo mejor es realizar una revisión anual para detectar a tiempo problemas como la degeneración macular o las cataratas, entre otros.
Dieta y vida saludable
La alimentación juega un papel muy importante en la salud de nuestros ojos. Seguir una dieta sana, baja en colesterol y rica en omega -3, zinc y vitaminas A, C y E puede ralentizar la degeración macular.
Evitar el tabaco y el alcohol es muy importante, ya que el consumo de estos tóxicos es capaz de dañar el nervio óptico, pudiendo producir una pérdida de visión severa.
El uso continuado de las pantallas y teléfonos móviles incrementa el envejecimiento de los ojos. Por eso recomendamos seguir unas pautas muy sencillas:
- Asegúrate de no colocar el televisor a menos de dos metros de distancia y, si sueles trabajar delante de un ordenador, mantén una distancia de medio metro de la pantalla.
- Realiza paradas cada 20 minutos para descansar la vista fijando la mirada en un punto lejano durante varios segundos.
Protección solar
La radiación solar puede ser muy dañina para nuestros ojos, por lo que debemos protegerlos con unas buenas gafas de sol que cumplan con los estándares de calidad adecuados:
– Homologadas, con el sello de la Comunidad Europea (CE).
– Protección para rayos ultravioleta (UV400).
– Tengan un filtro de absorción de luz adecuado en función de la actividad que se realice.
Si usas lentes de contacto, elígelas también con filtro UV. Existen dos tipos de filtros UV para las lentillas:
– Clase 1: Proporcionan una protección alta de UV (99% de UVB y 90% de UVA).
– Clase 2: Proporcionan una protección más baja de UV (95% de UVB y 50% de UVA).
Para las gafas graduadas se deberá añadir un tratamiento de proección UV en los cristales elegidos, esta es una forma sencilla de mantener los ojos protegidos contra los daños producidos por los rayos UV.
Como verás, aunque tanto las lentillas como las gafas graduadas te pueden ayudar a proteger tus ojos, hay que recordar que no evitan la necesidad de utilizar las gafas de sol. Y recuerda que la protección solar es necesaria todo el año, no solo en verano.
Historia familiar
Un gran número de patologías oculares son de origen genético. Conocer los problemas de visión de padre, madres, abuelos y otros familiares directos es fundamental para poder actuar en consecuencia. Así podemos extremar las revisiones oftalmológicas, es una buena medida para detectar cualquier problema ocular de forma precoz.
Descanso
Dormir bien es una parte importante del cuidado de los ojos. El descanso adecuado ayuda a relajar los músculos del ojo y los tejidos que los rodean, lo que permite a los ojos descansar y recuperarse de la fatiga y el estrés del día.
El descanso adecuado también puede ayudar a prevenir la aparición de problemas oculares como la sequedad ocular, la fatiga ocular, la presión ocular, la intolerancia a la luz y otros problemas relacionados. Además, ayuda a mantener una buena visión y a mejorar la capacidad de enfoque.
Como ves, todas son recomendaciones básicas muy fáciles de incorporar en nuestro día a día pero que pueden determinar nuestra buena salud visual. Desde Isabel Óptica sabemos que la prevención es el primer paso para cuidar la salud de tus ojos y puedes contar con nosotros para poner tus revisiones al día o elegir las gafas o lentes de contacto adecuadas.
Recuerda cuidar bien de tu vista.
¡Nos vemos! 8)
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