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Cada 21 de marzo da comienzo una nueva estación (tan anhelada tras el frío del invierno), el sol comienza a brillar, los días son más largos, las flores empiezan a florecer y el cielo vuelve a estar más despejado. Pero… ¿cómo afecta esto a tus ojos?

La primavera la sangre altera y a tus ojos también.

Los ojos son uno de nuestros principales órganos que sufren el cambio, ya que se ven expuestos a la luz del sol y a la posibilidad de desarrollar alergias por la cantidad de polen que la primavera trae consigo.

Para que estos cambios climatológicos no te pillen por sorpresa, vamos a detallar cómo afecta a tus ojos para que puedas tomar las medias necesarias y cuidar así de salud visual para evitar cualquier problema ocular.

Alergia primaveral

Muchas veces nos preguntamos de dónde viene la alergia primaveral pero lo cierto es que tiene un origen muy diverso y suele manifestarse de manera muy particular en función de cada persona.

Entre los alérgenos al aire libre que afectan a tus ojos podemos destacar el polen, la hierba, maleza, flores y árboles. Además el humo de los coches, cigarrillos y cualquier emisión de estos al medio ambiente puede generar alergias.

La parte positiva de estas molestias primaverales en tus ojos es que son estacionales y quizá con unos ajustes en tu estilo de vida y tomar precauciones, pueden no repercutir en tu salud.

LA POLINOSIS

Esta es la alergia que afecta de manera visual a nuestros ojos, producida por el polen. Se considera una respuesta a ciertos elementos que suelen causar molestias en los ojos, nariz y pulmones.

Nuestros globos oculares se inflaman y causan enrojecimiento, irritación, picazón, lagrimeo, sensación de arena y hasta visión borrosa.

RAYOS SOLARES

Durante la primavera, los rayos solares son más fuertes y su intensidad afecta a nuestra vista perjudicando a la piel fina de los párpados y causando molestias en nuestros ojos.

Con el comienzo del buen tiempo estamos expuestos al sol por más tiempo y recibimos una mayor radiación ultravioleta sin protección ninguna y generando consecuencias negativas a la larga a nuestra salud visual.

La solución es muy sencilla y sólo requiere proteger nuestros ojos con unas gafas de sol adecuadas. 

Clasificación gafas solares

Es indispensable acudir a una óptica donde puedan asesorarte personalmente en tus nuevas gafas de sol según el grado de radiación.

¿Por qué? Allí podrás obtener el nombre del fabricante, lugar de fabricación, identificación del ISO y el grado de protección de radiación ultravioleta. Todo esto depende del uso que les darás.

 Y es la manera más correcta de protegerte.

OJO SECO

El ojo seco es un alteración de la superficie ocular ocasionado por un descenso en la producción de lágrima y con ello produciendo una rotura de la película que protege la superficie ocular.

Así nuestros tejidos quedan expuestos a la acción del aire provocando desecación y una leve inflamación que produce molestias en los ojos como arenilla, quemazón y pesadez de párpados.

Además estas molestias pueden incrementarse en primavera si tenemos en cuenta que el aire contiene esas partículas de polen y polución que flotan en el ambiente.  

Recomendaciones

Para lubricar y limpiar la superficie ocular, es muy recomendable utilizar lágrima artificial. Teniendo especial cuidado y siendo preferible las monodosis y sin conservantes. No obstante y como siempre, te aconsejamos que ante cualquier molestia, acudas a Isabel óptica y trataremos tu caso de manera totalmente personalizada.

Lo más importante para nosotros es tu salud visual.

 

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