Mucho cuidado con bañarse con las lentes de contacto
Recientemente se ha hecho viral el testimonio de la optometrista Elena Salobrar sobre la probabilidad de la pérdida de visión al bañarse con lentillas.
La noticia que ha hecho saber la investigadora en el Instituto Ramón Castroviejo, de la Universidad Complutense de Madrid, ha causado la sorpresa de muchos, ya que llevan haciéndolo toda la vida.
La razón: un protozoo llamado Acanhamoeba.
Este organismo unicelular de tipo eucariota, es el responsable de provocar la ceguera en el cuerpo humano y son comunes en espacios acuáticos. Si sumamos la posibilidad de contraer una contaminación directa, puede conducir a la formación de un biofilm en la superficie de la lentilla, favoreciendo el crecimiento de varios microorganismos, hongos y virus que provocará una infección en la córnea y con ello, la imposibilidad de que entre la luz a nuestro ojo.
El 90% de los afectados por Acanthamoeba, eran usuarios de lentes de contacto.
Lo que puede ser una práctica habitual para muchos ha podido llevarles a perder gran parte de su capacidad visual. Es mejor usar gafas de sol y/o de natación en ambos casos graduadas.
La higiene es esencial
La recomendación principal siempre es que en cualquier caso, si vamos a manipular las lentillas, debemos tener mucha limpieza en manos y hacer uso de las soluciones específicas. También es muy importante tirar los envases que lleven mucho tiempo en bolsos y renovarlos cada 3 meses.
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